El héroe, el guerrero y la reina

Libro y tres velas hidratantes elaboradas con cera pura de coco.

«Todo el mundo quiere ver la historia de un héroe», me dijeron la semana pasada.

Ver a alguien enfrentarse a desafíos nos conecta emocionalmente, porque todos vivimos nuestra propia película y, a nuestra manera, todos hemos tenido que afrontar decisiones y obstáculos en la vida. Pero al final, sentimos alivio y satisfacción cuando el héroe triunfa. Las historias de héroes suelen incluir crecimiento personal, donde el protagonista no solo lucha contra fuerzas externas, sino que también supera sus propias debilidades o defectos.

Entonces, ¿adónde quiero llegar con esto? He estado pasando por una lucha interna entre quién soy, quién parezco ser y en quién quiero convertirme. Me he dado cuenta de que arrastro con patrones de la infancia, y aunque soy consciente de ellos, me cuesta mucho desprenderme de ellos. El subconsciente es increíblemente fuerte; es la verdadera ley de la atracción. Te guste o no, atraerás aquello para lo que estás programado.

Nada es más peligroso que estar desalineado. Una vez escuché que, cuando lo que dices, piensas y sientes no está en sintonía, tu energía se dispersa en todas direcciones y los resultados rara vez son positivos.

CocoBee sigue creciendo, y aunque llevo dirigiendo negocios desde los 18, esta es la primera vez que desarrollo un negocio de productos desde cero. Gracias a este proceso, he llegado a comprender a qué se refería Robert Kiyosaki cuando hablaba de que el empleo es un espacio seguro. La mente te juega una mala pasada porque, seamos sinceros, no hay nada más seguro que despertarse a las 8 de la mañana, trabajar de 9 a 5 y cobrar un sueldo fijo a fin de mes. Algunos incluso disfrutamos de nuestros trabajos... pero ese no es mi camino. Tengo 25 años, no tengo un título universitario, no hablo el idioma de aquí y mi país está en crisis económica. Así que tengo que hacer algunas rabietas, decir "al diablo" un par de veces y seguir adelante en este denso bosque del emprendimiento.

Ah, sí, el viaje del héroe. Mientras camino por este bosque emprendedor, me siento cansada. Así como a veces anhelo la seguridad de un trabajo y un sueldo fijo, también quiero ser princesa. Solo quiero quedarme en casa en pijama, tomar té de mi taza de dragón, leer libros, darme largos baños y almorzar con otras princesas. Pero en esta historia, parece que me han encasillado como guerrera. Mi armadura de tres capas es pesada pero efectiva, mi caballo naranja me lleva a través de todo tipo de climas y entreno mi cuerpo físico porque, sin fuerza, no tendré la energía para ir a la batalla. A veces me entristece porque antes fui un caballero plateado, y realmente desearía que fuera hora de ser princesa.

Pero ayer, mientras nadaba, tuve una revelación: no soy un caballero, ni tampoco una princesa. Soy una reina .

Ser reina en la historia de mi vida tiene un significado mucho más profundo y poderoso. A diferencia de la guerrera, que siempre está luchando, o de la princesa, que quizá espera cuidados o protección, la reina encarna tanto la fuerza como la gracia. —Una reina de sangre, que lucha constantemente por construir su imperio, una reina en un mundo de reyes, que necesita un rey consorte fuerte, independiente y apuesto a su lado. Como reina, entiendo que soy responsable de mi propio reino.

Una reina no vive en la escasez; crea abundancia y deja un legado. Ya no solo intento sobrevivir o salir adelante. Me centro en crecer, tanto personal como externamente. Leí en alguna parte que «debemos estar a la altura de lo que queremos».

Se trata de visualizar nuestro yo superior y actuar como tal ahora. Hacer hoy todos los pequeños cambios que nos acercan a ser esa versión mejorada de nosotros mismos.

No voy a mentir: encontrar el equilibrio en la vida puede llevar unos meses, pero todo se reduce a la rutina. Los comienzos suelen ser los más caóticos, y estoy empezando varias cosas a la vez de nuevo: el gimnasio, la temporada de resfriados, las clases y mi nueva bebé, CocoBee.

Y así, abrazo este capítulo como la Reina de mi historia. No se trata de esperar el momento oportuno, sino de crearlo. El camino es agotador, pero también emocionante. Mi corona puede sentirse pesada a veces, pero la llevo con orgullo, sabiendo que cada paso que doy es un paso hacia la construcción de algo significativo: un legado que refleje quién soy realmente.


Por cierto, el lanzamiento fue de maravilla. Tomamos algunas notas sobre la clase, los productos y los métodos de prueba. Además, fue la excusa perfecta para reencontrarme con amigos que no veía desde hacía mucho tiempo y a quienes amo tener en mi vida. También me alegra mucho ver a mi equipo tan concentrado; siento lo inspirados que estamos todos y la profunda confianza que depositamos en este proceso. Eso, a su vez, me llena de inspiración y fuerza para afrontar cualquier reto que se avecina.

Gracias por leerme hasta aquí. Espero que encuentres tu propio carácter en este viaje de la vida y te adaptes plenamente al rol que se adapta al capítulo que estás viviendo.

Rosa | CocoBee

Regresar al blog